Las carencias de Roglic

Suele ocurrir cuando aparece la montaña, que hay vencedores y vencidos. En este caso, la derrota es para Roglic, que ha mostrado las carencias que, de algún modo, podían intuirse porque nunca en las dos semanas del Giro hemos visto el corredor que es y eso siempre quiere decir algo. Es cierto que es un gran corredor, un campeón, que sabe medir y es frío, pero se le veía justo. Tal vez ahora se pueda entender el motivo por el que no ha malgastado fuerzas. Probablemente no las tuviera.

Carapaz y Bernal, que corren agresivo, le han destapado. Ya en el Monte Grappa lo ha pasado mal y después en el Dori le han dejado atrás. Ha perdido 1:30 y es mucho tiempo. Aunque no ha acumulado retraso, tampoco emite muy buenas señales Ayuso, que ha sufrido en el primer gran puerto y luego tampoco se la ha visto demasiado bien. Como rivales de Del Toro quedan Bernal y Carapaz. Ambos corren muy agresivo y pueden provocar que todo salte por los aires la última semana. No es descartable.

Soy de los que creo que un día todo se va a poner patas arriba. De momento, Del Toro va muy bien, muy fácil, controlando todo. La única duda es ver cómo se comporta en la tercera semana, que es la más dura. Hasta ahora su Giro es impecable. Veremos cómo resuelve el UAE lo del liderato entre Del Toro y Ayuso. De momento tienen dos cartas, pero es la del mexicano la más fuerte. Respecto a la victoria de etapa, una más para el Lidl, que ha logrado seis victorias: cuatro con Pedersen, una con Hoole y esta última con Carlos Verona.

El madrileño era el más fuerte de la fuga y lo ha intentado en dos ocasiones. En la segunda ha soltado a todos para lograr un gran triunfo. Es el primero en una grande porque su trabajo siempre ha sido estar al servicio de los líderes. Esta vez tenía carta blanca por la retirada de Ciccone y ha triunfado. El Giro entra en su última semana con todo por decidir. Aún está abierto.

*El autor es director deportivo del Grupo Eulen-Nuuk.