Sin ironía sino totalmente en serio ando preguntando a seguidores de Real Madrid y Barcelona qué prefieren: ¿que su equipo vaya al Mundial de Clubes –donde se puede ganar dinero y un gran título– o que se coja unas largas vacaciones –las del Barça van a ser de seis semanas– para reponerse del extenuante calendario de esta temporada? Porque teniendo en cuenta que ese Mundial acaba a mediados de julio y la Liga empieza a mediados de agosto, el margen de descanso para los participantes va a ser mínimo.
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A la vista de saturaciones como la de este año, nos atrevemos a lanzar el vaticinio de que más tarde que temprano los clubes y los futbolistas conseguirán imponer –a FIFA, UEFA y ligas nacionales– algo tan obvio como unas vacaciones reguladas y obligatorios. Por ejemplo, julio entero. Que a las gallinas de los huevos de oro hay que cuidarlas en vez de estrujarlas de forma tan avariciosa.