En una comunidad en la que fundamentalmente Osasuna y en mucha menor medida la pelota siguen siendo los dos polos deportivos fundamentales de atracción al menos a nivel mediático y posiblemente también en cuanto a espectadores, otros deportes siguen a la chita callando dando pasos cortos pero firmes hacia posiciones de brillo a nivel nacional.
Ha sido este año el caso del baloncesto masculino. Mientras que el Osés apenas ha podido mantenerse un año en la máxima categoría del basket femenino español –es muy complejo meter a un club casi amateur a competir con maquinarias profesionales a todos los niveles– pero seguro que volverá a pelearlo, en chicos se ha producido un doble ascenso: Castillo de Gorraiz Egüés ha subido a Segunda FEB y Megacalzado Ardoi ha hecho lo propio a Tercera FEB.
Gorraiz se mete por tanto entre los 64 clubes más fuertes de España –hay 18 equipos en ACB, 18 en 1ª FEB y 28 en 2ª FEB–, lo que es un salto de calidad importante para el proyecto y para el basket navarro, huérfano de un primer equipo potente desde la desaparición del Basket Navarra, que durante casi 20 años fue el estandarte y que llegó a jugar varios años en la segunda categoría y con opciones incluso alguna vez de llegar a la ACB. Por su parte, los de Ardoi entran en una Tercera muy numerosa –140 equipos divididos en 5 grupos– pero pese a ello ya de nivel y compromiso, lo que seguro que irá haciendo crecer la afición por un deporte que en los 80 y 90 casi llegó a competir con el fútbol en cuanto a afición de los jóvenes y el seguimiento de determinados partidos.
Por lo que indican los resultados, se están haciendo bien las cosas y esta próxima campaña solo queda esperar que ambos proyectos se asienten en sus categorías a la espera de, por qué no, seguir creciendo a corto plazo. No será nada fácil si no se logra apoyo financiero de patrocinios fuertes, pero por soñar que no quede.