Suponemos que lo han notado ustedes con alivio: tras años de matraca constante en las vísperas de Balón de Oro, semanas e incluso meses, de pronto un silencio ensordecedor. Pura causalidad: si ningún jugador del Real Madrid aspire a un premio, ese premio deja de importar.
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Los medios españoles de ámbito nacional podrían haber insistido igualmente, por aquello de que uno de los candidatos es Lamine Yamal, pero es que esos medios son madridcentristas, cuando no directamente madridistas, y son conscientes de que las opciones de Mbappé son muy remotas ante el citado Yamal o el máximo candidato, Dembele.
Y, por tanto, ya no interesa. Y, así, otro año más en la oficina del madridismo sociológico, con esos medios que dicen que no existe tal cosa porque así se lo ha ordenado Florentino Pérez; con esos medios tan españoles que cruzan los dedos para que gane el Balón de Oro un francés antes que un español del Barça.