De un tiempo a esta parte la inmigración se ha colado entre los temas estelares de cualquier tertulia. Se habla de ella en la radio, pero también en el bar y la pescadería, en las cuadrillas y en familia. En todas partes. El problema es que no se menciona este fenómeno para bien, sino que frecuentemente se vincula con inseguridad y delincuencia.

Ya sabemos que personas migradas hacen una labor impagable en el cuidado de nuestros mayores. Y que abundan en las cocinas de los restaurantes fregando los platos de los homenajes que nos damos muchos autóctonos. Que, en definitiva, no sólo desempeñan multitud de trabajos para los que sin ellos sería prácticamente imposible encontrar personal, sino que además contribuyen al crecimiento de la economía. Hay estudios que estiman que los inmigrantes aportan a la economía navarra el doble de lo que se invierte en ellos y que su trabajo contribuyó a que el PIB foral haya tenido un incremento adicional del 0,5% anual entre 2012 y 2021.

Pero, cuando hablamos de inmigración, no es extraño que se tuerza el gesto y estos datos queden relegados a un segundo plano. Porque, no nos engañemos, la sola presencia de un grupo de personas de origen forastero puede ser motivo de alerta.

En esta delicada realidad descansan las razones por las cuales los discursos xenófobos calan en una parte cada vez más numerosa de la sociedad. Las encuestas, que recogen las tendencias mejor de lo que algunos se piensan, apuntan a que los jóvenes son los menos predispuestos a esta convivencia y quienes más comparten estos discursos plagados de falsedades de la ultraderecha, que en ese estrato de edad penetran como lo lluvia fina.

En esta tesitura, parece obvio que tenemos tarea pendiente con la inmigración. Si no acompañamos más y mejor el itinerario de estas personas, el problema –que existe– se convertirá en problemón y tendrá su reflejo en resultados electorales, donde los partidos que abogan por su expulsión no tienen intención alguna de moderar su xenofobia, porque saben que ahí tienen un caladero de votos.