Al contrario que en anteriores temporadas, donde la marca de Noale se iba desinflando como un globo pinchado, no se puede imaginar un final mejor para Aprilia con el doblete conseguido en la última ronda de Valencia. Y sobre todo la sensación de que no es solo Bezzechi quien la hace ganadora, sino que esta moto es capaz de resucitar a almas en pena como lo era Raul Fernández hasta hace unas semanas.

Y aunque a Ducati le cuesta bajarse del podio, creo que es ya claro que desde el accidente y desaparición de Marc, la crisis es notoria. Incluso tanto Diggia (tercero) como Alex (convertido en primer espada ante la ausencia de Marc) ya alzaron las voces de alarma respecto a su rendimiento comparado con Aprilia e incluso KTM. Por fortuna, de ellos y de todos nosotros, parece que la ausencia prolongada de Marc es una cuestión puramente de precaución y que incluso perdiéndose los test de este próximo martes, no hay peligro de desorientación en la marca roja.

O eso dice Marc, que tienen todo muy claro. Es curiosa la diferencia de percepción a ambos lados del box. Mientras que para el flamante campeón no hay nada de qué preocuparse y no es necesaria su presencia en estos test ya que el camino del desarrollo está muy claro, su compañero italiano afirmaba tras la nueva debacle en carrera, que espera que el martes haya bien de cosas nuevas y estas estén en la línea de lo que necesita para volver a sentirse competente de nuevo en su moto. Y estas diferencias y este amor roto entre Bagnaia y Ducati enlaza con lo que nos espera en la temporada 2026.

Temporada de pura transición antes de la revolución de 2027. Pero de transición no significa aburrida, ya que tendremos una silly season en toda regla con casi toda la parrilla terminando contratos e intentando adivinar qué marca estará dando en la tecla con la moto de 850cc que nos espera en 2027. Se entendería que los sillines Ducati deberían ser los deseados, con pretendientes despechados por otras marcas (Quartararo, Acosta…) pero también habrá que ver qué decisiones toman aquellos otros que estando en la Ducati deseada, han perdido la química y el deseo con ella. El juego de las sillas comienza ya.