Crítica del concierto de 'Elefantes': y el cielo fue azulPixabay
Abrió la noche Mario San Román en formato de trío acústico. El cantante madrileño reconoció que estaban cansados por el viaje, pero ese no fue impedimento para que ofrecieran una buena actuación, llena de medios tiempos cantados en castellano y muy bien construidos, siguiendo la fructífera tradición de bandas de pop rock español. Se despidieron con Nuestra realidad, dedicada al idealismo de los hippies de los sesenta.
El escenario estaba ya montado, así que, en cuanto retiraron los aparejos que había utilizado Mario, los miembros de Elefantes no se hicieron esperar. Les precedió una introducción de luces azules y melodías de distintas canciones del grupo. Un caleidoscopio espacio temporal que nos llevó directos a finales de la década de los noventa, cuando Shuarma, Hugo, Julio y Jordi grabaron su segundo disco, Azul. Meses antes se había cruzado en su camino Enrique Bunbury, que se enamoró de la banda y quiso ayudarles en lo que pudo: les facilitó un contrato con una multinacional, les produjo el disco y se los llevó de gira. La presencia del maño resultó providencial, pero el verdadero secreto del éxito que obtuvieron descansaba en las canciones.
CONCIERTO DE ELEFANTES
Concierto enmarcado en la gira del 25º aniversario del disco Azul. Shuarma (guitarra y voz), Julio Cascán (bajo), Álex Vivero (guitarra), Jordi Ramiro (batería). Fecha: 15/11/2025.
Lugar: Baluarte.
Incidencias: hubo algunos problemas técnicos al principio y al final del show, pero el grupo tiró de oficio y de simpatía y supo salir con éxito del entuerto.
Esas canciones parecían buenas en su momento y ahora, veinticinco años después, se confirma que lo eran. En Baluarte sonaron del tirón y en el mismo orden que aparecen en el disco. Esto es: comenzaron con Azul, el gran himno del grupo. Cuando la estaban terminando, se les fue el sonido y la terminaron con una acústica y sin micrófonos, con el público haciéndoles los coros. Solucionado el problema técnico, siguieron con las demás. Se mantuvieron bastante fieles al sonido original, aunque no se reprimieron a la hora de introducir algunos arreglos nuevos. En distintos momentos dispararon pistas del álbum: así, por ejemplo, en la ya mentada Azul se pudo escuchar la voz de Bunbury, y en Se me escapa el tiempo la de Dani Nel.Lo, así como diferentes instrumentos (acordeón, teclados…) a lo largo de toda la actuación. Entre las más cambiadas, Si no te siento, interpretada por Shuarma a guitarra y voz, o la que cierra el álbum, Cuando no tienes por qué mentir, que sonó bastante más robusta que en el disco.
Tras concluir el repaso a Azul, llegó una segunda parte semi acústica, con éxitos del resto de su carrera: Al olvido, Te quiero, Me falta el aliento… Si se trata de canciones que han llegado al corazón de sus seguidores, el grupo tiene mucho donde elegir. Por cierto: fue una lástima que el Baluarte no presentara una mejor entrada, y más en una gira en la que están agotando entradas en muchas ciudades. Les pudo perjudicar que a la misma hora actuasen en la Tótem sus amigos de Shinova, con los que han colaborado y con quienes pueden compartir parte de público. También influye el hecho de que, como reconoció Shuarma en una de sus intervenciones, el grupo no se haya prodigado mucho por Pamplona. Prometieron que esto cambiaría en el futuro y que regresarían pronto. Que así sea.