Síguenos en redes sociales:

Escaleras de Baluarte

Todos los que hemos asistido a algún espectáculo en Baluarte hemos sido conscientes de la incomodidad e inseguridad que genera subir o bajar por las escaleras de su auditorio principal. Mi marido, Miguel Ángel Aquerreta, se cayó subiendo por las escaleras del palco del auditorio, sufriendo la fractura de tres costillas al caer hacia atrás y golpearse con las butacas laterales. A raíz del accidente hemos tenido conocimiento de que dichas escaleras no cumplen con la normativa sobre edificación que estaba en vigor cuando se construyó Baluarte, en los siguientes aspectos.

Las escaleras centrales del palco de Baluarte carecen de barandilla, cuando esta es obligatoria en escaleras de anchura igual o superior a 120 cm (las del palco tienen una anchura de entre 127 y 130 cm). Los peldaños tienen 45 cm de huella (parte sobre la que se pisa) y 20 cm de contrahuella (parte vertical del escalón). Por tanto, la altura de los peldaños es superior a la máxima que fija la normativa (18 cm). Además, la relación que debe existir entre la huella y la contrahuella para que una escalera sea cómoda es muy superior también a la establecida por la normativa. Por último, en cada peldaño existe un perfil de aluminio que puede provocar que la suela de un zapato se trabe y actúe como una zancadilla hacia atrás. En resumen, las escaleras centrales del palco del Baluarte carecen de barandillas cuando las mismas son obligatorias, además de resultar imprescindibles, tanto por seguridad como por comodidad, especialmente en unas escaleras excesivamente altas como son estas.

Por esto interesa que Baluarte, Palacio de Congresos y Auditorio de Navarra, SA (sociedad de participación 100% pública) corrija estas deficiencias para evitar la situación de riesgo que el diseño de tales escaleras entraña y, en consecuencia, accidentes como el sufrido por mi marido. Máxime teniendo en cuenta que gran parte de los que asistimos como abonados a los conciertos somos personas de edad más bien avanzada y de físico no precisamente atlético. Asimismo, es importante recalcar que dichas escaleras constituyen no solo el modo de acceso a las localidades del palco, sino el medio de evacuación del auditorio en caso de que, Dios no lo quiera, se produjera un incendio o una situación de emergencia similar.