Carné para silla de ruedas
¡Qué cuidadoso nuestro Gobierno! (...) Para circular por España ahora programan que los niños no puedan ir en bicicleta sin casco por el pueblo, ni por la ciudad o los campos. Estupendo, bajo el calor veraniego, con el casco a cuarenta grados, el cerebro hervido y deshecho, así, tontos, no tendrán problemas a la hora de pagar las tasas de la universidad, sencillamente, no llegarán a estudiar y trabajarán humildemente para que se pueda bien recaudar. Aunque apenas vayan más rápido que quien camina, tendrán que llevar un casco que, por supuesto, ha de pagar cada uno de los ciudadanos.
(...) El paso siguiente es un nuevo proyecto de ley, para nuestra seguridad, claro, como los ridículos, perdón, maravillosos avisos de radar que hay en nuestras carreteras, donde nos recomiendan ir como tortugas por nuestro bien, y en ese plan que gestan los aburridos del ministerio plantean hacer sacarse un carné de conducir a los que llevan silla de ruedas, por su bien. Por supuesto, ellos mismos tendrán que pagar el examen y la renovación del documento, por su bien, también.
Además, adiós al sombrero que da sombra o a la boina del pueblo, eso es cosa pasada, que ahora tendrán que llevar casco, por si se caen, pobrecitos. Pero no acaba ahí la cosa, pues los leguleyos piensan poner casco a todos los viandantes y, dentro de casa, no lo ponen porque es muy costoso enviar guardias a vigilarnos al retrete a ver si lo llevamos o no. En la calle por si se nos cae una teja, la rama de un árbol, una farola cuando sopla fuerte el aire, un avión, ¡qué sé yo! O una bola de algún fusil disparado en las manifestaciones de protesta. ¿Cuántos se desnucaron en unas escaleras? El casco llevará en la parte trasera algo que nos cubra la nuca e impida semejante desgracia. En casa también habría que llevarlo, pero a tanto no se atreven, si bien tienen la intención de recomendarlo, pues ¿y si se nos cae un jarrón..., o la enciclopedia que pesa tanto? Solo en la cama no sería necesario. Pero no se preocupen, que hasta en la cama inventarán algo para cobrarnos y obligarnos, por nuestra seguridad, a obedecerles, tal vez preservativos homologados por el Gobierno, bragas y calzoncillos según las normas marcan; ¡ah! Y gafas especiales para leer mejor mis artículos. Estamos de enhorabuena, por nuestra seguridad, ¡todo!