Este domingo se celebra en Milagro la Fiesta de la Cereza, una interesante cita en esta villa situada en la Merindad de Olite-Erriberri.

Una localidad que hace una bonita postal, con la panorámica que se forma con el río Aragón en primer plano y, tras él, el pueblo sobre un pronunciado cerro.

Como hemos dicho en anteriores ocasiones, muchas localidades te sorprenden, pues antes de conocerlas son sólo un nombre en un mapa o una descripción que puede resultar fría hasta visitarla y quedarte gratamente sorprendido al ir descubriendo, al callejear, sus valores arquitectónicos, naturales, históricos y, cómo no, gastronómicos.

Realzar nuestros pueblos y sus valores es sumamente necesario para que su economía y vitalidad se mantengan.

Buenos ejemplos, aunque hay muchos, son las recientes fiestas sobre una de las joyas de nuestra gastronomía, el espárrago de Navarra, que se han celebrado en Andosilla, Dicastillo… donde hemos podido disfrutar de nuestras hortalizas y del ambiente festivo.

Otras son recreaciones de carácter histórico-cultural como la celebrada en Azkona, o la de Buñuel que nos lleva al año 1494 Orden de los Reyes de Nabarra para la Recuperación del Castillo.

Volviendo a Milagro, una sorpresa resultó la iglesia del Patrocinio por su peculiaridad arquitectónica, donde destaca su planta octogonal en forma de cruz griega, torrecillas, cúpula y pináculos.

En la parte más elevada del pueblo nos encontramos con la iglesia de Nuestra Señora de los Abades, enorme construcción junto a una amplia explanada, y junto a ella el mirador, lo que nos podría explicar la razón del emplazamiento de Milagro, ya que es un pueblo junto a un necesario río, en una pronunciada ladera y con unas impresionantes vistas, ya que se pueden ver Alaitz, la peña de Unzué, Villafranca, higa de Monreal, peña Izaga, Ujué, Arangoiti, Santo Domingo, castillo de Loarre, sierra del Yugo, Valtierra, Cadreita, Monte Olivete, Castejón, Tudela, Alfaro, Corella, Cintruénigo, Moncayo…

A su vez desde estos lugares se vería el castillo de Milagro, lo que nos recuerda la línea defensiva del Reino de Nabarra. 

En la parte más elevada del pueblo leemos a la izquierda en una construcción El Txoko, una especie de lo que en la zona Media se llama txabiske, posiblemente para los jóvenes. A su derecha, en el vértice de la ladera, quedan los restos del castillo de Milagro.

En la actualidad son sólo cuatro paredes, la más elevada de unos diez metros de altura, sobre la que reinan media docena de cigüeñas.

Según leemos, parte, en la placa anexa, este símbolo de poder, administración y defensa de la zona, pudo construirse en torno al año 1098, destruido con la villa en el 1174, siendo en el año 1280 uno de los 100 castillos de la Corona de Nabarra, produciéndose su desmantelamiento, pertenecía al Conde de Lerin, en el año 1521 por orden de Carlos V.

En su tiempo, según vemos en el gráfico, era una importante fortaleza, con dos palacios centrales en la parte más elevada y protegida, murallas interiores, otras más exteriores con barbacana y foso, y en la zona intermedia establos. 

Queda por ver la atalaya (cueva) y embarcadero. En sus calles vemos personajes destacados del Reino: Iñigo Arista, Sancho el Fuerte, Amaya, Martin de Azpilicueta, Gayarre…

El nombre de la localidad, que en principio nos haría pensar en connotaciones religiosas, según el filólogo y amigo Mikel Belasko procede del latín miraculum mirador, en documentación antigua Miraclo, Miraglo y Miraglum. Me vienen a la mente Miravalles, Mirafuentes, Miramon, Miravilla/Miribilla … que podrían tener connotación de con vistas a….

Acabaremos indicando que Milagro era paso de cañada real. En fin, otra interesante localidad a visitar.