Ikurriña 'francesa'
Este año la ikurriña ha copado muchas páginas. En alguna localidad de Iruñaldea estaba la ikurriña colocada en el propio Ayuntamiento por consulta popular; en otras localidades de Nafarroa se colocaba por aclamación popular, hasta que el Gobierno de UPN, asistido por su colaborador indirecto, atizó el tema elaborando una Ley de Símbolos ad hoc. En Pamplona-Iruña no se permitía, no solamente exponerla en un balcón lateral (concejal Eskubi), sino a nivel personal llevarla al txupinazo de San Fermín; y se perseguía por todos los medios con las fuerzas de orden público, como si se tratase de introducir droga en la plaza del Ayuntamiento. Al final, llegó el pantallazo. Claro que no agradó este final, pero no se hubiese llegado a esta circunstancia si la normalidad hubiese imperado, siendo como es una bandera que por un lado la tiene asumida la Comunidad Autónoma Vasca, y por otro lado, es un vínculo cultural de Euskalherria. Como decía Joseba Asiron, "la ikurriña es anterior al estado de las autonomías y ondea en las euskal etxeak" tanto en Estados Unidos como en Sudamérica.
En las actividades culturales vascas, desde la pelota a las dantzas, con la Academia de la Lengua Vasca y con la multiplicidad de manifestaciones de idiosincrasia inconfundible que abarca remo, txalaparta, bersolarismo, trikititza, txistu, gaita, masas corales, ochotes, aizkolaris, arrastre de piedras, resto de deporte rural vasco, harrijasoitzailes, txirrindularis, mendigoitzales, ballet, cineastas, escultores, sukaldaris, sin olvidar los rioja alaveses, txakolis, chuletones... Por todo esto y muchas más cosas hacen que una parte importante de las gentes navarras de Nafarroa estén sensibilizados con la ikurriña.
En cualquier caso hay que recordar cómo en el año 2005, el 17 de septiembre, al celebrar el 30 aniversario del hermanamiento de Sangüesa-Zangotza con Saint palais-donapaleu, el alcalde de Iparralde acudió con el grupo de dantzas Burgaintzi y estos tributaron un homenaje a la ikurriña. Como es obvio estaba el señor Lorenzo, alcalde de Sangüesa-Zangotza, alcaldes de la merindad y representantes institucionales, consejeros como Alberto Catalán, José Andrés Burguete, Javier Echarte, y políticos como Juan Cruz Alli, Carlos Chivite (d.e.p), Jorge Mori, concejal del Ayuntamiento de Pamplona-Iruña. Al parecer, las danzas les deleitaron y todo fue muy bonito, sin embargo, el regocijo del acto con el homenaje a la ikurriña fue de extrañeza para algunos asistentes y nefasto y desafortunado para el señor Catalán; del resto de asistentes desconozco lo que sintieron. Y eran franceses los que portaban la ikurriña. Ignoro si en años posteriores los franceses de Donapaleu han celebrado el hermanamiento anual con dantzaris y con ikurriña.
Lo que al final queda claro es que en 2005 y en 2013 a algunos les sigue molestando la ikurriña, aunque sean franceses los que la porten como símbolo de identidad vasca, y para decadencia de las gentes, al margen de la cultura, nadie revindica la desconquista de Nafarroa y porta el escudo de Nafarroa, aunque "Alli decidiera que la Can adquiriera para Navarra la Biblia en vasco de Juana III".