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Respuesta de Eduardo Albéniz, SA

El pasado 4 de abril fue publicada una carta firmada por varios extrabajadores de Eduardo Albéniz, SA, quejándose de los despidos realizados y pidiendo su readmisión ahora que "Albéniz se ha recuperado". Por aquello de que el que calla otorga y sin ánimo alguno de polemizar, me gustaría responder en nombre de la empresa a la citada carta y precisar algunos aspectos e imprecisiones de la misma.

Efectivamente, en septiembre de 2012 se produjo un incendio que tuvo su origen en la nave de una empresa colindante, quedando completamente destrozada la fábrica de etiquetas autoadhesivas de Eduardo Albéniz, SA. En aquel momento, la propiedad podría perfectamente haber decidido cobrar la indemnización del seguro y cerrar la empresa, habiendo ido al paro la totalidad de los trabajadores. Había razones legales y económicas suficientes para hacerlo. Sin embargo, decidió hacer lo posible por reactivar la empresa y salvar la mayor cantidad posible de puestos de trabajo. Mi opinión es que desde el día del incendio, la empresa no ha destruido empleo sino que lo ha creado, partiendo de cero.

En la carta se dice que ya desde el incendio la dirección de la empresa dijo que si se lograba salvar la empresa no habría trabajo para todos los trabajadores y sería inevitable la reestructuración. Obvio. Cualquiera que entienda un poco cómo funcionan las empresas en un contexto de libre mercado sabe que los clientes quieren ante todo seguridad de suministro. Por esta razón, cuando la fábrica del proveedor desaparece, la pérdida de clientes y carga de trabajo es absolutamente inevitable. Nuestros esfuerzos en los últimos 18 meses han ido encaminados a minimizar daños. Nos sentimos orgullosos de haber logrado el objetivo que nos marcamos que no era otro que evitar el cierre de la empresa.

En la carta se dice que la empresa utiliza a su antojo el ERE por fuerza mayor que le fue concedido tras el incendio. La realidad es que el ERE ha sido una herramienta fundamental para salvar la empresa, junto a toda una batería de medidas puestas en marcha desde el incendio. Desde el pasado 31 de marzo ya no existe ERE, por lo que se ha podido volver al régimen normal de horarios y vacaciones.

La empresa agradece la implicación de la mayor parte de la plantilla en los difíciles momentos vividos, manifiesta su solidaridad con los despedidos y quiere decir claramente que la petición de readmitir trabajadores para los que ya no existe carga de trabajo puede quedar muy bien de cara a la galería, pero no deja de ser pura demagogia.