A través de estas líneas quiero dar a conocer la difícil situación en la que nos encontramos algunos funcionarios de Educación Física en Navarra.
Desde 2016 en algunos casos, y desde 2019 en otros, seguimos sin haber obtenido un destino definitivo. Esta situación, lejos de resolverse, parece que se va a prolongar aún más en el tiempo.
Mientras tanto, nos encontramos en una clara desventaja respecto a otros compañeros: no podemos participar en concursos de traslados a otras comunidades, no tenemos la opción de cambiar de especialidad, y además puntuamos menos que quienes sí tienen destino definitivo, aunque hayan accedido al cuerpo mucho después que nosotros.
Pero las dificultades no terminan ahí. Cada curso nos vemos obligados a elegir nuevo destino, con la incertidumbre y la inestabilidad que eso conlleva. En muchos casos se nos asignan plazas en centros donde apenas se imparte Educación Física, lo cual desvirtúa por completo nuestra labor como especialistas.
Además, estas plazas pueden encontrarse a gran distancia de nuestros domicilios, lo que afecta directamente a nuestra conciliación familiar.
Por todo ello, pedimos que se nos escuche. Necesitamos una solución justa y lógica. Reclamamos poder ejercer nuestra labor en condiciones dignas, en centros donde realmente se imparta nuestra especialidad, y con la estabilidad que merecemos después de tantos años de servicio.
Solicitamos también que se nos permita ejercer en Educación Primaria si así lo deseamos, sin que se nos obligue a aceptar plazas en las que prácticamente no se da Educación Física.