A Fernando Conde

En algunas cosas estoy de acuerdo, acerca de lo que comentas sobre el libro que has escrito, pero en lo fundamental no. Yo también digo, en La Mecánica de Nuestra Vida -en Internet- que si los sacerdotes nos dieron “la vara” cuando éramos niños, ahora tienen la obligación de escucharnos, cuando tenemos nuestro propio criterio de adultos.

Has estado 20 años investigando a tu manera, pero a lo que tú consideras una conclusión cierta, yo consideraría no haber encontrado algo positivo que te satisfaga sobre esa denominada fe. Si Jesús no existió, ¿cómo te explicas que el discípulo Juan escribiese lo que está pasando ahora?

Dices que el Evangelio de Juan y el Apocalipsis no corresponden al mismo tipo de escritor. El Apocalipsis está narrando algo para un futuro lejano, algo que, desde la cultura de aquella época, obligatoriamente tendría que adoptar una forma simbólica. Si tú observas el cambio de la humanidad desde la Primera Guerra Mundial hasta el presente, es un cambio drástico, dramático, y que todavía no ha terminado.

¿Cómo te explicas que un simple grupo de “manipuladores” fuese capaz de crear toda la sabiduría humana que está concentrada en los evangelios?

Estoy de acuerdo en que hubo un gran “montaje” al respecto, y que se añadiese todo lo concerniente al plano sensacionalista y de manipulación de masas. Pero al hacer ese estudio, creo que te has olvidado de una cosa fundamental: tratar de analizar, a la vez, al ser humano y a sus posibilidades de evolución.

Hoy en día ha trascendido el sentido de la ética democrática, y esa idea, en su pureza hipotética, ha sido transmitida fundamentalmente por la cultura del cristianismo. Otra cosa es analizar que la democracia actual haya logrado un funcionamiento óptimo.

El ser humano de ahora tiende a estar embobado en tratar de demostrar su ego, y para cuando se da cuenta de que el verdadero objetivo de la vida es aprender las cosas esenciales de la mente que regula la emoción, y del alma que está más adentro de todo, ese ser humano ya se ha hecho viejo y necesita unas pequeñas flores para tratar de superar su soledad existencial.

Yo estoy mucho más de acuerdo con las conclusiones que defiende el profesor Antonio Piñero, en relación al tema de Jesús y de muchas cosas del Antiguo Testamento.

Al que pueda creer que en el pasado, desde los egipcios y en las sucesivas épocas, ha habido personas sabias que han dejado mensajes de sabiduría, y uno de ellos también fue Jesús, y que tratan de dibujar la evolución del alma del ser humano a través del tiempo, yo le sugiero leer el siguiente libro El Sendero Místico, de Raymund Andrea (en librería Acuario se podrá conseguir). Y todos los libros que pueda encontrar de este autor. Ahí se ve reflejada, paso a paso, lo que es una preparación iniciática. Pero explicada con palabras de ahora, aunque fue escrito en la mitad del siglo XX. Y este señor de seguro que fue de carne y hueso.