España de sainete, asilvestrada grey. / ¡Qué pena da esta España! / Esta España da pena?/ ¡Y sin saberlo el rey!

Resulta descortés, es deleznable ver a Inés / y a Albert tocando al organillo / la canción de quitar de los espacios públicos / esos lazos, cantando ese tanguillo / de desprecio al dolor y pesadumbre / de gran parte de un pueblo y de su dignidad, / hurgando en el vacío. /

¿No es mejor que comiencen / por quitarse, sin tretas, / esos rasgos carnavalescos, / esos apodos de actuantes / de teatro de feria y colgar de una vez / las bufonadas, descortesías y sus caretas? / ¿No es mejor que dejen de hacer / de la confrontación programada / el libro de maestro del neo franquismo, / esto es, de la atracción de votos / aupados al carro de la Brunete / mediática y del cinismo?

Poner lazos amarillos en los espacios públicos / es para mí libertad de expresión, / libertad de expresar el dolor, la pesadumbre, / desde la línea infranqueable/ de la no violencia, quitarlos / es negarla sin ver las consecuencias. / Inés y Albert vestidos de domingo / para la ceremonia de arrancar / esos lazos de color, / apretando el gatillo de la provocación, / disparando a la no violencia, para gozo / de la Brunete mediática / y para su delirio.