El responsable fue el cabeza visible que nombró al pequeño Enrique como director. Teniendo a Lorenzo Riezu y López Merino, por orden de relevancia de Caja provincial y Caja municipal, como dos directores expertos, no se puede entender el nombramiento de un niño inexperto y perfectamente elegido, al que se le entrega la Can como un juguete. Naturalmente como a cualquier niño con su juego preferido, juega con él hasta que lo rompe. Salud a Miguel Sanz Sesma.