Aunque me dirijo al Gobierno de Navarra en general, es al responsable o responsables que dentro de ese Gobierno corresponda, a quienes quisiera que llegase mi lamento o pena de lo que está sucediendo en el parque natural de Urbasa. Voy a presentar tres puntos concretos. En primer lugar, la casa palacio de Urbasa: todos los que desde años subimos a Urbasa estamos constatando que este edificio singular se está cayendo a pedazos. El tejado está muy mal, ya en varios lugares se ha hundido y en muy poco tiempo todo el edificio vendrá abajo. En segundo lugar, la Casa de los Camineros. A este edificio le pasa lo mismo. Hace 4 o 5 años murió su último habitante: el pastor Santos. Desde entonces nadie ha habitado esta casa. Su tejado también está muy deteriorado. Ningún pastor de los que viven en Urbasa en su chabolas tiene tan buena casa como ésta. En tercer lugar, el frontón. Sí. Hace ahora más de 40 años que este frontón tenía el suelo mal. Más o menos se encontraba como está actualmente. ¿No se puede aprobar un dinero para echar el suelo y adecentar este frontón? Somos muchos que nos acercamos y vemos a muchos niños/as jugar. Y no solo niños, sino también personas mayores, que si el frontón tuviera mejor suelo podrían hacer deporte en mejores condiciones cada vez que suben al parque de Urbasa. Estos son tres edificios que están todavía de pie y que se pueden salvar si actuamos rápidamente. De lo contrario, tendremos que lamentarnos de la dejadez de aquellos que tienen hoy su responsabilidad en el Parque Natural de Urbasa. Estas casas no se pueden tener vacías. Hay que darles utilidad.