Desde un sillón cualquiera de un hospital de Pamplona, a los pies de la cama de nuestra madre, quisiera mediante estas líneas, que nos diéramos verdadera cuenta de la importancia del buen uso del dinero público, asignado a temas tan importantes como la sanidad, la educación de nuestros hijos y, en definitiva, el bienestar de todos los ciudadanos. Ya que pagamos religiosamente nuestros impuestos, que estos tengan un verdadero valor.

Ahora que estamos llamados todos los ciudadanos a las urnas en breve, demos un toque a la coherencia, y que se priorice lo verdaderamente importante.

Yo cuando leo el dineral que supone cambiar el logo de nuestra ciudad o hacer unas obras innecesarias, pienso en el bien que hubiese hecho ese dinero para otras necesidades. En cuestión de sanidad, Navarra ha sido y es ejemplo en todo el territorio nacional.

Nuestros mayores se merecen, ya que muchos no se pueden comunicar, tener un buen respaldo, cuidado y cariño de todos nosotros.