Un cambio de gobierno en Navarra provocaría un vuelco y un baile de altos cargos, asesores y personal de confianza, asistentes y directivos de la Administración, algunos pueden acabar en el paro o en su puesto meñique, porque UPN-PP no podrá o no querrá recolocarlos. No es el caso de este último gobierno que actualmente nos capitanea, desde un principio confió en humanos, androides y otros seres del universo, para seguir en algún tipo de cargo o como se llame esa cosa maligna, la lealtad a los valores por los que se guía, hacia los valores que representa, que su compromiso o palabra sea de fiar. De nada sirve alcanzar un cargo público si al llegar traicionas los valores y principios que representas. Esa lealtad debe extenderse hacia el grupo de gobierno o de oposición donde participa porque forma parte de un equipo y hacia el partido que lo eligió y, repito, en estos casos que comento no. Representarle, porque fue el trabajo del partido, y sobre todo de sus bases lo que posibilitó que tuviera esa responsabilidad, nada de estar todo el día jugando al hinque en el barro arenoso, y saltando.

Mesala: “Judá, o te enfrentas conmigo o me prestas tu ayuda. No tienes otra opción. Tienes que estar conmigo o estar contra mí”.

Judá Ben- Hur: “Si tengo que elegir, entonces estoy contra ti”.

Así, con dos bien puestas, nada de máscaras, en este gobierno hay y ha habido mucho/a traidor/a ajeno en el infierno, y todo por confiarse con el rollo de la famosa palabra Técnico@chorrones.alláquevoy.