En estos primeros días de agosto, Ilia Galán (cuyo nombre exacto es Javier Díez Galán) escribió un artículo, a mi parecer injusto, contra los sacerdotes y contra los horarios de apertura de los templos para la visita de los turistas.

Al leer el artículo, me sonó a masonería contra la Iglesia, actividad muy propia de los masones; el señor Galán se declara masón, según consta en la extensa y dilatada biografía que puede verse en Google.

Personalmente, le diré que en mi parroquia el templo está abierto durante muchas horas del día... y cuando he visto un grupo de turistas, me he ofrecido al monitor (el que hace el speech) y les he dado un pequeño concierto en nuestro maravilloso órgano. Este ofrecimiento lo hago a muchos, incluso a centenares de alumnos de 6º de Primaria y de la ESO que han disfrutado de autores como Cabezón, J.S. Bach, etcétera.

Incluso, en un pueblo de Navarra se organizaron los feligreses para estar presentes a la hora de atender a los turistas.

El señor Ilia Galán podría haber hablado de los centenares de sacerdotes, de más de 70 u 80 años, que están colaborando pastoralmente en las parroquias con una pensión mínima después de 12 años de estudios humanísticos, filosóficos y teológicos... y todo por amor a la gente de casa o de las periferias.

El señor Galán podría haber hablado de los 35.000 millones de euros que ahorra la Iglesia al Estado español. Por ejemplo, en 5.141 centros de enseñanza, 107 hospitales, 1.400 centros entre ambulatorios, dispensarios, asilos, etcétera. (Y todo esto sin señalar a Cáritas, Manos Unidas y multitud de ONGD que surgen de la misma esencia del Evangelio).

¿Cuándo, cómo colaboran las 150 logias de masones que hay en España a la hora de cooperar en los 365 centros de reeducación de prostitutas, expresidiarios, marginados de muchas carencias? Nada; eso lo dejan para la Iglesia.

Los masones dominan una buena parte de la política en muchos países vecinos y se preocupan de las clases dirigentes y lo hacen de una manera secreta, aunque algunos llaman “discreta”.

Pueden leer los diversos libros que han salido en estos últimos años, escritos por antiguos masones en donde cuentan cómo y cuándo ocupar los mejores puestos en la vida política y monetaria.