El mismo día que dan la buena noticia de que habrá transporte colectivo para acercarse al Sadar, nos encontramos con otra noticia que pone en duda la buena gestión de los residuos.

El sábado se pueden repartir unas 35.000 botellas para paliar el calor que puede hacer a las 5 de la tarde. Se entiende que la labor fundamental de Osasuna sea el deporte, pero estaría bien contemplar otros parámetros, entre los que se encuentran los ambientales.

La Ley de Residuos de Navarra dice que en los espacios de la Administración se sustituirán las botellas de plástico por botellas retornables o por grifos. Siendo Osasuna una entidad tan visible, siendo el Sadar patrimonio del Gobierno de Navarra transitoriamente, podrían dar mejor ejemplo en este momento de emergencia climática en aquellos temas que les son cercanos.

Algunas sugerencias para próximas ocasiones, ya que está claro que permanecer a más 30ºC puede resultar un tanto penoso. ¿No se podrían instalar pequeños grifos refrigerados en los pasillos fuera de las gradas y más cuando se están acometiendo otras obras? En ese caso cada cual se puede llevar su vaso o botella y, si se le olvida, se le presta uno por la módica fianza de 1 euro, como pasa en numerosas fiestas. Además contribuiría a potenciar la campaña de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona, que promociona el agua de grifo.

Mientras no se aborda la medida anterior, que es mucho más ecólógica y barata que cualquier otra, se podría pensar en ofrecer agua del grifo en botellines retornables previo pago de fianza que se devuelve en ese partido o siguientes o por máquinas cuando se devuelve.

Y si van a ofrecer agua mineral, se podrían utilizar botellas retornables, también con fianza y si se dan las de un sólo uso, al menos hacerlo con fianza para recuperar el máximo posible.

El cambio climático es responsabilidad de toda la sociedad y más de las instituciones públicas, sociales o con gran visibilidad sociales.