Vivimos en un momento en el que la sostenibilidad y el no agotar los recursos existentes de cara al futuro son conceptos clave a la hora de desarrollar cualquier tipo de política desde toda institución. Gobiernos de grandes países, autonómicos? hasta el último municipio, deben tener en cuenta la situación global, el cambio climático o, en definitiva, el equilibrio en la gestión para que el ahorro energético y el económico sean una realidad. Es por ello que en el primer pleno de esta legislatura del Ayuntamiento de Barañáin pude comprobar con agrado cómo en un principio se hablaba con firmeza sobre ahorro energético y económico. Ilusa de mí, quise entender que el nuevo gobierno de Na+ ya estaba planificando alguna medida o iniciativa en este sentido.

Mi cabreo e incredulidad fue exponencialmente en aumento cuando pude escuchar con mis propios oídos que el motivo del cambio de horario de los plenos, ahora serán por la mañana y no por la tarde, se debía al ahorro energético y económico en Barañáin. Argumento, por cierto, corroborado por el PSN. Es decir, el gasto de los fluorescentes y el aire acondicionado o calefacción motivan dicho cambio de horario. Desconozco si los plenos durante la mañana se van a llevar a cabo con velas, abrigos o en bañador según la época. Por no hablar del gasto de personal. Resulta que ahora las dos juntas del equipo de gobierno se trasladan a las tardes, cuando hasta ahora se celebraban por las mañanas. En este caso no parece ser problema el ahorro energético o económico.

Me temo que detrás de esta decisión el motivo principal es evitar la centralidad en la vida vecinal de Barañáin de un marco decisorio y tan importante como son los plenos municipales. Por no hablar de la participación vecinal. Si ya de por sí es grave esta decisión, más lo es todavía que para argumentarlo se hable de ahorro energético o económico. No está el mundo para estas frivolidades.