Cierto es que diversos son los factores que influyen en el desempeño productivo y en la obtención de leche de calidad. Hay que cuidar hasta el último detalle durante todo el periodo de producción para obtener un producto de máxima calidad, poniendo especial atención al comportamiento, la alimentación y la bebida que reciben las vacas lecheras, porque cuanto mejor estén, mayor será la cantidad y de manera especial la calidad que obtengamos.

Recuerdo que hoy en día, además de leche de calidad y a buen precio, el consumidor está demandando una serie de condiciones para su producción, entre las que está el respeto a los animales, el medio ambiente y la seguridad alimentaria. Según el Eurobarómetro sobre bienestar animal, el 94% de los europeos cree importante que los animales de granja dispongan de una buena calidad de vida, y cada vez más personas se preocupan por el origen de la leche que consumen en sus hogares.

En los últimos meses la industria láctea, para mejorar la calidad del bienestar animal, está certificando sus granjas proveedoras siguiendo diversos protocolos establecidos a nivel nacional e internacional, donde priman siempre unos criterios fijos por encima de otros basados en el Protocolo de Welfare Quality ®

-La buena alimentación: es importante que el animal esté correctamente alimentado, sin que exista hambre o sed prolongada.

-El buen alojamiento: los animales deben tener un buen confort durante el descanso, y una gran facilidad de movimiento, así como también infraestructuras que permitan protegerles contra estrés calórico.

-Un buen estado sanitario: todo animal debe estar sano, carecer de lesiones, así como ausencia de enfermedades y de dolor inducido por el manejo.

-Un comportamiento apropiado: es muy importante que el animal tenga un comportamiento apropiado, atendiendo a la expresión de la conducta social y otros hábitos, una buena relación humano-animal, y tener un estado emocional positivo.

Cierto, también, que cada ganadería es diferente y requiere su propio concepto nutricional. El animal y su entorno son importantes y, por ello, dentro de estos factores, la alimentación es un factor clave, puesto que un animal sano equivale a un producto de calidad. Y es que el cuidado de las vacas tiene un impacto directo en la calidad del producto y se considera uno de los pilares fundamentales dentro de toda la producción.

Mantener a los animales sanos y optimizar su rendimiento día tras día son las metas de cualquier productor de leche. Para mantener el rendimiento, el bienestar animal es la base, es por ello que no hay nadie más interesado que el propio ganadero en conseguir el máximo bienestar de sus animales.