Hoy más que nunca hemos de utilizar nuestra cabeza, procurando no escuchar noticias, ya que al ser malas por lo general, bombardean nuestro cerebro, y es lo más importante que debemos cuidar. En nuestro cuerpo es una atalaya, que dicen pesa unos cinco kilos, salvo en aquel que es un cabezón, y calcular su peso resulta ser un lío. Fue concebida para recapacitar, y la mayoría la uso para peinarse, por ello el mundo no podía funcionar, y la mayoría hubo de aguantarse. Curiosa ha sido la recomendación que uno de nuestros políticos le ha hecho al presidente en funciones, al decirle que se haga una lobotomía, asustando a la opinión pública al pensar que debiera convertirse en un hombre lobo. Pues no, se trata de una operación quirúrgica en nuestro cerebro, una incisión para cambiar la forma en que éste trabaja. Al parecer, cambiando las conexiones con los lóbulos frontales, mejoran las emociones sin afectar a la inteligencia, porque si se insiste en lo que no debes, será una cabezonada, y si puedes evitarlo y no quieres, serás más un cabezón que nada.