Las condiciones laborales de los trabajadores de la Administración, funcionarios y contratados, en los últimos años han ido empeorando. La Administración utiliza la capacidad de autoorganización y las necesidades de servicio para realizar cambios de puestos, jornadas? sin tener en cuenta los perjuicios a sus trabajadores. Los movimientos de personal y cambios de condiciones generan en el personal indefensión y un sentimiento de no ser valorados en su trabajo. Por ejemplo, en el Psicogeriátrico de Osasunbidea, con la excusa de cerrar un pabellón se producen movimientos de personal y cambios de turno que empeoran las condiciones laborales de los trabajadores. Alegando cierre o fusión de un pabellón por previsión de descenso en el número de pacientes, hacen desaparecer la plaza de una trabajadora, siendo esta nominal, y viéndose obligada a coger otra plaza diferente y con peores condiciones laborales, se da preferencia a otro trabajador que no tiene plaza asignada ya que pertenece a Jefatura de Enfermería. A día de hoy la unidad a la que se hace referencia sigue siendo la misma, se ha hecho un cambio de nombre pero en el organigrama aparece, y las personas titulares de plaza no han tenido cambio de denominación de plaza. El número de pacientes en ese momento pasó de 13 a 20 y el personal disminuyó a mínimos, repercutiendo esto a pacientes y a trabajadores de plantilla. Estas actuaciones nos recuerdan otros tiempos que creíamos superados. Los cambios que ha padecido esta trabajadora no tienen una justificación real sino que parece que ha sido un movimiento a la carta para favorecer a una persona en detrimento de otra con más derechos.

Todo lo anterior se ha producido gracias a las gestiones realizadas por el jefe de Servicio de Cuidados Asistenciales de Salud Mental, Javier Antomás, y por el jefe del Servicio de Gestión Económica y de Profesionales, Enrique Amoztegui. Los trabajadores no se sienten cuidados ni respaldados por sus jefes sino utilizados como peones que pueden mover sin tener en cuenta a las personas ni su implicación en un trabajo que ya es complicado de por sí y que gestiones como las citadas lo complican aún más. El objetivo de esta carta es que estas situaciones irregulares e injustas para los trabajadores no vuelvan a producirse.