¡Por su progreso!

El 10-N progresen ellas, las fuerzas del progreso que acogen, que abrazan; las fuerzas que aman la tierra y la defienden; las fuerzas que quitan filo a las alambradas y abren los puertos al necesitado; las fuerzas que creen en el encuentro, en el diálogo, en el acuerdo, sin condiciones entre los diferentes.

Avancen ellas, las fuerzas que no obligan, sino refrendan; las fuerzas que no desean la cárcel del oponente, sino el encuentro con él; las fuerzas que construyen, que unen, que armonizan, que creen en la unidad que florece sola y espontánea, pero que jamás se impone.

Se adelanten ellas las fuerzas de la solidaridad, las fuerzas respetuosas con toda la vida, que creen que otra civilización, otro sistema más amable, más basado en el compartir y cooperar es posible.

No estamos de vuelta de nada, menos aún de las urnas. Jamás nos cansará apostar por un mundo definitivamente nuevo y más fraterno. No nos quedaremos en casa. Con las manos, con el corazón, también con el voto, es preciso empujar esas fuerzas?