Hace poco recibí la buena noticia de que voy a ser tía por primera vez. Así que decidí ir corriendo a comprar cositas para recién nacidos porque me encanta la ropa tan pequeña. Pensé que a estas alturas de siglo ya habríamos abandonado el rosa para las niñas y el azul para los niños. Pero parece ser que no. Al comentarle a la dependienta que mi sobrina iba a ser una niña directamente me enseñó faldas, vestidos, abrigos y todo obviamente de color rosa. Pregunté si había más colores, pero su respuesta fue que “para los recién nacidos solo hay rosa para las niñas y azul para los niños”. Me quedé bastante sorprendida, pero continué mi búsqueda en varias tiendas más y me encontré con la misma situación, como mucho me enseñaban ropa en tonos blancos.

Esta situación me ha hecho reflexionar, antes de que un niño o niña nazca ya le estamos asignando un rol de género a través de los colores y la forma en la que tendrá que vestir. De esta manera no me extraña que en la sociedad aún existan tantos prejuicios hacia aquellas personas que nacen con un cuerpo con el que no se sienten identificados. Hombres que les guste vestir de color rosa, o faldas? ¿Por qué no está bien visto? Me entristece que aún tengamos tan marcados los estereotipos de género ya que es muy difícil conseguir avanzar hacia una sociedad libre de prejuicios si aún estamos con que el rosa es para las niñas y el azul es para los niños.