es la expresión en euskara del castizo: ¡Mira quién fue a hablar! Así sería el diálogo de besugos entre el PP y el PSOE a la vista de la sentencia del caso de los ERE. Casado, Egea, Cayetana, Maroto entre los primeros espadas del PP ya tienen dónde morder a Sánchez a quien hace poca falta escarbar para cogerle en renuncio. En realidad habría que proclamar “que tire la primera piedra el que sea inocente”, ya que estamos con refranes. Aquí solo se salvan los que todavía no han tenido la oportunidad de manejar fondos públicos, esos son inocentes por imposibilidad metafísica. Claro que los argumentos del PSOE para hacer frente al tsunami no se sostienen, salvo que Celaá, Carmen Calvo, Susana o Avalos crean que los españoles son retrasados mentales, pues parece que la consigna para el caso es afirmar que “ni Pepe (Griñán), ni Manolo (Chaves), se han llevado ni un euro”. Por lo visto los socialistas consideran que afanar fondos públicos para financiar a los partidos entra en la ortodoxia legal y no son condenables por ello. Quizá los dirigentes del PSOE desconocen el significado de “clientelismo”. Según la RAE es el “sistema de protección con que los poderosos patrocinan a quienes se acogen a ellos a cambio de sumisión y de sus servicios”. Pero quienes pueden dar lecciones de ética es el PP, pues tiene a gran parte de sus dirigentes procesados pendientes de sentencia o ya encarcelados. Y siguiendo con la prestigiosa literatura picaresca tan española habría que sugerir a los jueces que vayan analizando el dicho. “Cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar”. Aunque conviene entender correctamente el que dice “en todas partes cuecen habas”.