Las mujeres son voraces. Se fijan en todo, escudriñan todo y no quieren perderse nada. Como los poetas, absorben las flores, las fuentes, las esculturas, los arcos y los desnudos. Donde los demás ven el paisaje, ellas y ellos ven estampados de telas de seda de colores, ajorcas tintineando en los tobillos, nubes errantes, ternura leve como la harina y el agua, alas de pájaros, cuevas feroces y un sinfín de faros, besos y demás ilusiones. Agua, mucha agua, agua azul turquesa, verde pistacho y yerba cortada con olor, heno, castañas asadas y espejos que muestran lo que no se ve y el artista o naturaleza quiso expresar sin palabras, porque todavía no están inventadas para describir muchas cosas. Misterio, misterio abierto, rajado por la mitad como un telón que descubre el decorado del concierto de arpa y oboe. Así de sencillo. ¡Feliz Año Nuevo! Urte berri on!