En ocasiones me pregunto si semos tonticos por no entender la naturaleza de ciertos anuncios y noticias presentadas como si estuvieran esculpidas por la lógica aristotélica, cuando en realidad rozan el completo absurdo. Más allá de la cuestión principal de si el partido de Osasuna contra el Real Madrid debería ser medio día del club, de si desde el club se debería avisar de estas decisiones con anterioridad, o de si fulano con más de 30 años de antigüedad como socio se encuentra indignado porque se le debe tener en más estima, hay un tema que me ha llamado especialmente la atención por su condición excepcional hasta nuestros días: la reventa. La primera vez en nuestras vidas que oímos esta palabra tan peculiar.

La noticia es que el Órgano de Disciplina Social de Osasuna -el título parece sacado de algún libro sobre campos de trabajo siberianos- controlará si hay socios que venden su entrada a través de la red y vigilarán cada uno de estos anuncios. Podemos imaginarnos a miembros del órgano contactando con personas que anuncian bolis Bic a un euro en Milanuncios, para asistir con gabardina, sombrero calado y gafas de sol, a semejante acto perverso de compraventa ilegal, que será documentado para su posterior denuncia.

El procedimiento correcto es que el socio que no vaya a ir al partido "ceda" su entrada al club a cambio de un descuento de 10€ en el abono de la próxima temporada, y que el club venda la entrada cedida por el socio al módico precio de 90€. Rojillo y Tontico, que también es rojillo, se encuentran y comentan: -¿Pero eso no es también una reventa de mi entrada? ¿Por qué el club puede (re)vender mi entrada al precio que quiera y yo no puedo si es mi entrada? -dice Tontico. -¡Hay que ver que tabarra das Tontico!, pues porque el club es el club y tú, tú eres tontico- replica Rojillo.

A todo lo anterior se suma el supuesto incumplimiento por parte del club del artículo 9 de los estatutos del club, que dicta que no se puede discriminar a los socios por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición personal o social. La violación del artículo vendría por dar privilegios especiales y quedar exentos de pagar entrada para el partido a quienes tienen su "abono en los palcos de empresa (Box) y palco VIP y aquellas empresas que tengan por contrato sus abonos de temporada". Es decir, privilegios para aquellos que más tienen y menos animan pero que conviene mantener contentos. A Tontico se le ocurre algo: -Rojillo, ¿el bar ese con comida y alcohol gratis que tienen los del palco no viola también el artículo 9? -Mira que eres tontico, -le contesta Rojillo-, deja pensar a los que saben.