Nos dejó el pasado 25 de abril. Me avisa de esta noticia su hija Inma, que cristianamente es Inmaculada. Mi hermano Esteban y su Ana Mari no perdieron el tiempo y eso lo saben sus hijas María del Carmen, Blanca, Anabel, Inma y Juan Esteban. Los matrimonios de entonces tenían muchos hijos. La vida ha cambiado totalmente. A poder ser, ahora el límite suelen ser 2 hijos. Todo está calculado. Incluso me ha tocado leer el gasto que suponen los bebes en pañales y más tarde en estudios. Mi amigo Félix Monreal, flamante subdirector de DIARIO DE NOTICIAS, define nuestros matrimonios, todos ellos de familias numerosas, como si tratase del buey y de la mula. Eternas horas trabajando el hombre y eternas horas atendiendo a los hijos la mujer. Familias numerosas que no eran muy valoradas por los gobiernos de turno. No quiero ni pensar en los gastos excesivos de armamentos para defendernos de los enemigos. Vuelvo a recordar a nuestra Ana Mari y a nuestro Esteban. Fueron premiados en artes y oficios por su especial habilidad para el dibujo. Incluso Ana Mari presentaba en su comedor de la Txantrea un diploma por su buena conducta en las escuelas municipales donde fue educada cristianamente. Su eterno amor Esteban siempre decía que Ana Mari fue una verdadera lotería. Ya comprendo que tener hijos no es ninguna broma. Pero el no tenerlos es peor. Estoy pasando una época muy jodida bajo control médico y encima me toca ver que nuestra Ana Mari nos haya dejado.Que no se me olvide, besos a mi querida sobrina Anabel.