ste fin de semana hemos vivido nuevas medidas de desconfinamiento. En concreto, ahora tenemos la posibilidad de salir a hacer deporte de forma ordenada dentro de unos horarios, sin salir de nuestro término municipal. Desde un municipio como Villava cumplir las medidas establecidas resulta tremendamente complicado. Cuando se publicaron las nuevas medidas para salir a hacer deporte, mi móvil se inundó de bromas sobre la extensión y densidad de Villava, bromas que no hacen sino poner de manifiesto una realidad.

La realidad es que en la sala del Ministerio de Sanidad en la que los/as expertos/as han diseñado esta nueva medida, nadie tenía en cuenta que hay municipios de un escaso kilómetro cuadrado o que en Navarra existen municipios compuestos con sus propias especificidades.

Ayer, primer día de salida, pude comprobar in situ cómo la ciudadanía de Villava salió masivamente a practicar deporte e inundó las zonas de esparcimiento que existen dentro del municipio. Asimismo, pude comprobar que a duras penas se podía mantener las medidas de distanciamiento, ya que la zona del paseo fluvial, por ejemplo, estaba totalmente abarrotada. Esto es una consecuencia lógica, fruto de la densidad de población; en Villava vivimos 9.638 personas por km2 y todas las personas entre 14 y 70 años debemos salir en un espacio de tiempo muy acotado. Esto implica que la población se mueva como un torrente frente al goteo que sería lo ideal en esta situación. Poner medidas de control de aforos en estas zonas supone un derroche de medios lejos de las posibilidades al alcance de las entidades locales, y cerrar los espacios de afluencia supondrían acotar aún más el exiguo espacio del que disponemos. Frente a esto, se da la circunstancia que a partir del puente de la Trinidad comienza el valle de Ezkabarte, un municipio de 33 km2 con una densidad de población de 53 habitantes/km2.

Esta circunstancia pone de manifiesto, una vez más, que es el Gobierno de Navarra el que debe tomar las riendas de la desescalada; porque solo él, junto a las entidades locales de Navarra, pueden realizar una gestión del territorio más justa, eficiente y solidaria para garantizar el bienestar de las personas. Ya no vale el "café para todos"; es hora de tener en cuenta las diferentes realidades en las que vivimos para evitar situaciones como las del sábado por tarde-noche.

Estamos constantemente apelando a la responsabilidad ciudadana, a que no nos relajemos. No me cabe duda que así debe ser. Debemos ser constantes y no bajar la guardia para avanzar en esta lucha frente a la COVID-19. Pero asimismo, la administración debe también estar a la altura del reto y dar lo mejor de sí misma para que la ciudadanía tenga más fácil poner de su parte. Es una lucha de todos/as.

Animo guztiei! El autor es alcalde de Villava-Atarrabia