Estado de alarma. Vamos avanzando. Comienza la vuelta a la rutina. Y tenemos que transformar nuestra rutina. Llega la hora de la restauración. Tenemos que poner en marcha nuestra familia, nuestro hogar. Poner en marcha nuestro barrio. Que vuelva la vida. Y es esencial para que vuelva la vida al barrio, volver a vernos, a hablarnos, a abrazarnos, a hacer vida social. En nuestras calles, en nuestros parques, en nuestros bares, en nuestros comercios de barrio. Y ahí hay algo importante para la vuelta a la vida. Si tenemos un comercio vivo, tenemos un barrio vivo. Si gastamos en nuestro barrio, invertimos en la vida de nuestro barrio. Además de aplicar la filosofía del kilómetro cero. Hacemos nuestra compra sin quemar nada de combustible, que mucho se ha limpiado la atmósfera con este confinamiento. Los grandes ya saldrán adelante. A los pequeños comercios los tenemos que cuidar nosotros, aunque sea por egoísmo, por querer nuestro barrio vivo.Así que ya sabéis: comercio vivo, barrio vivo. Si gastas en el barrio, inviertes en el barrio.