Hoy, 17 de mayo, escribo desde mi habitación; entre el miedo y la alegría; la angustia y la satisfacción que día a día nos hace recuperarnos de la pesadilla en la que nos hemos visto envueltos. Soy una de las enfermeras que vuelve a casa tras mes y medio alojada en el Hotel Tres Reyes.Si algo tiene de bueno esta crisis sanitaria es que se han visibilizado (y espero que valorado) algunas de las acciones, labores y tareas que, por fin, han merecido ser tachadas de "esenciales". Y, qué duda cabe, me gustaría aprovechar este rinconcito para reclamar y reconocer la de quienes han trabajado en los hoteles para alojamientos de sanitarios con convivientes de riesgo. Entre tantos y tantos sentimientos que se encuentran y entrecruzan sólo puedo decir gracias.Personal de limpieza, seguridad y recepción; así como Dirección de personal del SNS-O: habéis hecho un trabajo inmejorable. Gracias por hacer de ése nuestro hogar; y por cada sonrisa que intuíamos tras las mascarillas cuando nos saludábamos con el miedo y respeto que provocaba la situación epidemiológica. Gracias por darnos la tranquilidad de evitar llevar a nuestros seres queridos el infierno del que éramos testigos en el hospital, y por tanta amabilidad, que nos llenaba de la fuerza que nos reconfortó y ayudó a seguir día tras día.Porque, a partir de hoy, en esos aplausos de las 20 horas a los que nunca faltamos, el agradecimiento y reconocimiento de cada palmada va hacia todos y cada uno de vosotros.Gracias por habernos cuidado de forma excelente a quienes siempre estaremos para cuidar; por ser los héroes invisibles y cimientos indispensables que la sociedad merece conocer... Y reconocer