No me estoy refiriendo a un posible rebrote del coronavirus, que vendrá, sí o sí, como en el resto de pestes que el mundo ha vivido. Me refiero a la crisis económica que tenemos encima, que supondrá la liquidación de lo que queda de nuestra industria y un recorte del estado del bienestar como nunca hemos visto. O la Unión Europea nos protege por medio de aranceles a las mercancías que las multinacionales producen en terceros países con mano de obra esclava o los puestos de trabajo de la clase media desaparecerán sin remedio. O los gobiernos nos protegen de las grandes plataformas de comercio electrónico que venden en todo el mundo sin pagar impuestos o será imposible recuperar el pequeño comercio de nuestras ciudades. O la Unión Europea pone en marcha una política migratoria responsable o sufriremos una conflictividad social y un paro estructural del que no podremos recuperarnos en décadas. O quienes nos gobiernan dejan de someterse a los intereses de las multinacionales y de las instituciones globalistas y apoyan a la clase media occidental o las sociedades avanzadas que hemos conocido sucumbirán ante los retos de esta crisis. ¿O eso es lo que quieren las élites mundiales?