El pasado viernes mi peque de 5 años y yo decidimos ir de Huarte al centro de Pamplona por el paseo del Arga. Ella en su pequeña bici y yo caminando. Al llegar al centro nos dimos cuenta que para coger la villavesa necesitábamos una tarjeta ya que, por la actualidad, no aceptaban el pago en metálico. Después de recorrer medio centro de Pamplona, en la cuarta tienda nos hicimos con una de estas tarjetas. Ya eran las 8 de la tarde, ya estábamos cansados y nos dirigimos a la plaza de Merindades para coger el bus número 4 destino a Huarte.Llegó el bus a la parada y nos dirigimos a subir al mismo. Nuestra sorpresa es que la conductora nos dice que no podemos subir con la bici. Yo me quedo a cuadros y le digo que es una bici pequeñita. Ella responde que no. Por lo que vuelvo a rogar, diciéndole que venimos andando de Huarte, que está muy lejos y que la peque solo tiene 5 años. A lo que vuelve a responder casi enfadada, "no, son las normas". Yo le digo muchas gracias y nos vamos. Casi 1h y 40 nos llevó volver a casa. Yo ni sentía las piernas y mi peque no se quejó en todo el camino, menuda bendita.A lo que voy, no es la primera vez que hacíamos dicho recorrido y luego volvíamos en autobús. Si a otros conductores siempre le ha valido porqué a esta señora no. No digo que no sean las normas, pero me pareció una gran falta de humanidad. Ya no por mí, que me fastidio y camino, sino por mi peque de 5 años que no entendía porqué no nos dejaban subir al autobús y la obligaban a tener que seguir pedaleando 7,5 kms. más.Llevamos poco tiempo viviendo aquí, venimos de vivir en Madrid, donde estábamos acostumbrados a otro tipo de movimiento más sostenible. Donde la gente puede viajar con su bici en el metro. Y donde las bicis pequeñas nunca estorban en los autobuses.PD: si yo fuera el conductor de dicho autobús no hubiera dejado a esa familia fuera, quizá le hubiera dicho que eso no se podía hacer para que en un futuro no les volviera a pasar, pero pensaría que quizá ellos no lo sabían.