A falta de toma de decisiones por parte del Consistorio municipal, el cual debería ya haber decretado el cierre de todos los establecimientos de hostelería, en las fechas correspondientes a Sanfermines, nos encontramos con hosteleros sensatos que nos dan toda una lección de civismo y que son capaces de anteponer el bien común de sus conciudadanos frente a sus intereses particulares.Tal es el caso de Mikel Salinas del bar Kantxa o el caso de John del bar Los Burgos, ambos situados en el Casco Viejo de la capital navarra, que han decidido, voluntariamente, cerrar sus establecimientos el 6 y el 7 de julio, pese a tener ya completadas todas las reservas.Vaya mi reconocimiento para estos señores que cuentan con todo mi apoyo y a los cuales intentaré hacerles gasto en lo sucesivo...Y mi reconocimiento también para la Peña Alegría que ha decidido cerrar sus instalaciones del 6 al 14 de julio.Estas decisiones, tomadas por los responsables de estos bares y Peñas, contrastan, tristemente, con el mutismo del Consistorio pamplonés que, al menos de momento, no ha tomado ninguna decisión al respecto...Y llegados a este punto, no puedo por menos que hacerme una pregunta: ¿cuáles son los criterios que rigen la toma de decisiones de nuestros gobernantes? ¿La búsqueda del bien común, lo cual se traduce en este caso en el principio de prudencia, o el tratar, a toda costa y caiga quien caiga, de evitar el desgaste a nivel de pérdida de votos que puede conllevar tomar una medida que algunos puedan tachar de “impopular”? Visto lo visto, me temo que es lo último que acabo de citar.¡Qué pena! ¡Así nos va...!