Aunque su partido, señor Maroto, el Partido Popular, por su pasado franquista tiene alergia democrática a este asunto, no se inquiete. La nueva ley, señor Maroto, ni es “comodín del Gobierno”, ni es “sectaria”. Es justicia, porque es deber del Estado reparar los desmanes de la dictadura cuyas víctimas quieren dar reposo a sus seres queridos y, hasta ahora, aunque fue el Estado fascista quien los asesinó, debían hacerlo sin ayuda estatal. Además, se anularán sentencias sin garantías procesales, se retirarán condecoraciones y títulos nobiliarios otorgados por el dictador a asesinos y torturadores. También, latrocinios, expropiaciones y expolios sobrevenidos por razones ideológicas, podrán recobrarse. Se obtendrá reconocimiento e información del Estado para poder localizar, identificar y dignificar a víctimas de cualquier bando. La ley, señor Maroto, aunque tarde y en época de pandemia, es oportuna porque siempre lo es combatir injusticias.¿Ve algo malo, señor Maroto? ¿Le da urticaria?