Después de estos tiempos en que la Motxuela (el alma del Motxuelo) parecía haberse despertado con tanto ruido mediático, tanto lío de siglas EDUSI, PEAU, ERABAKI, EFIDISTRICT, de las cuales no entendía nada, a duras penas ha conseguido echar un sueñecito y ha soñado:Sueña con un barrio de la Milagrosa habitable, dinámico, bonito, exclusivo, intercultural, lleno de flores y artistas.Con un urbanismo bien pensado a la medida de las necesidades (aunque hace falta mucha imaginación para poder adecentar algo); sin coches, con plazas verdes; con fachadas bonitas y modernas y viviendas eficientes energéticamente.Con un centro intercultural, con su biblioteca, su filmoteca, sus actividades autóctonas e interculturales; con su Casa de Mujeres. Su segundo ciclo de Educación Secundaria Obligatorioa (ESO) para que las criaturas no tengan que salir del barrio; una escuela de clown o de cocina internacional o de lo que sea, pero exclusiva en Pamplona; su cine de barrio.Sueña con un comercio de proximidad muy exclusivo, que atraiga no solo a la gente del barrio, sino también a personas de otros barrios: un barrio de artesanos y artistas: sueña con Montmartre. Sueña con una marca de comercio y hostelería.Con un tejido social cohesionado; participativo, igualitario. Sin bolsas de pobreza.Con un corredor intercultural entre las dos universidades, que nos pille de lleno y que nos eche una mano en el desarrollo comunitario del barrio.Sueña con que el barrio huela a albahaca, hierbabuena, hierbaluisa, lavanda, tomillo, romero, y sueña con plazas verdes, ventanas y balcones floridos.Sueña con muchos jardines ecológicos donde convivan bichos y plantas de distinto pelaje en plena naturaleza. Que el jardín del civivox Milagrosa se visibilice y se ponga en valor, y sea el primer paso para seguir haciendo un barrio más bonito y amable.Sueña con que la Milagrosa sea declarada por el Ayuntamiento como Área de Intervención Especial tanto en lo urbanístico como en lo social. Sueña con que el PEAU (Plan Especial de Actuación Urbana) del Ayuntamiento de Pamplona no sea un sueño, sino una realidad. Que se apruebe, que se ponga en marcha, que se dote de todos los medios necesarios: técnicos, económicos, personales, y que toda la gente del barrio lo sienta como suyo y sea feliz.Eso sí que es un sueño. ¿Se convertirá en realidad?