Estos días he leído y escuchado la protesta del personal laboral de la Residencia El Vergel de Pamplona sobre la salida del alumnado del colegio de El Redín. No es una cuestión puntual que se dé ahora por el tema del covid-19 y los nuevos horarios que tienen los escolares. Es una cuestión que padecemos los familiares de los residentes, personal laboral del centro y otros usuarios como ambulancias, camión de la limpieza, etcétera.En la actualidad nuestros mayores no pueden salir del centro, pero cuando realizábamos nuestros paseos acompañados de nuestra silla de ruedas y coincidíamos con la salida del alumnado, hemos tenido nuestros enfrentamientos con varios familiares y su actitud ante sus vehículos mal aparcados.Nos hemos encontrado con la acera invadida por los coches y sin poder pasar por ella. Debido a ello teníamos que ir por uno de los carriles de la carretera. En alguna ocasión, se añadía que coincidíamos en el carril con salidas de automóviles o camión que recoge la basura de la residencia.Nos han invadido, también, en muchas ocasiones el paso de cebra que sale desde el centro, aparcando encima. Añadir a esto que el paso de cebra está mal colocado, ya que debería estar junto a la puerta de salida y no tener que atravesar un paso de vehículos como está en la actualidad.Hemos realizado instancias en el Ayuntamiento, con fotografías, para subsanar dichas trabas que se producen indicando que los automóviles aparquen una vez rebasada la puerta de acceso a la residencia, pero hacen caso omiso. A los agentes también nos hemos dirigido en más de una ocasión, su respuesta, que tienen permiso y únicamente están diez minutos. Diez minutos pocos estaban, otros hasta una hora y sus hijos jugando en el patio. ¿Tanto cuesta aparcar 90 metros más adelante, una vez superada la entrada a la residencia? Aprovechar para mostrar mi solidaridad con el personal laboral, más aun en estos días tan complicados a causa del covid-19.