Para sobrevivir, que es vivir por debajo de las posibilidades mentales y físicas de cada uno, hay que tener una mente fuerte y preparada, haber sufrido y vivir de una manera que una o pocas veces ha tenido que pasar uno la vida. Muchas veces esta sociedad capitalista nos hace ver que nada más se puede vivir con dinero. Los supervivientes son aquellas personas que podemos vivir con menos recursos que los que estamos habituados. Todos y todas estamos demostrando que podemos hacerlo. Vivir con lo justo para cuando lo necesitemos. Estos días nos estamos demostrando el ser humano a nosotros mismos que todos somos iguales ante los ojos de Dios ante las enfermedades, y que nuestras diferencias ideológicas, de sexo y religión se pueden y tienen que dejar aparte para siempre. La enfermedad nos hace vulnerables y humanos, y nos hace solidarios y mejores amigos, hijos y hermanos. Gracias Dios mío, gracias coronavirus, gracias madre naturaleza por hacernos terrenales y humildes ante los ojos de Dios y de nuestros hermanos.