Estimado lector, voy a exponer de forma breve y concisa, algo que estimo es de interés general. La llegada del covid nos ha cambiado la vida y estimo será para mucho tiempo. Dos fuerzas están en la escena pública a resultas de la situación sobrevenida. Por un lado, los hombres de ciencia, los cuales gozan de toda mi simpatía, apoyo y reconocimiento. En la otra parte, los políticos. No hago distinciones en este grupo, pero sí creo que resultan nefastos en la sociedad actual.En Navarra llevamos 5 meses sufriendo toda la sociedad y con especial énfasis gran parte de la hostelería -y empresas transversales- a resultas de unas medidas restrictivas, promulgadas para controlar la pandemia. Muy loable, en el concepto, veremos qué resulta del fondo real de la aplicación.Los bares durante meses con gran limitación de aforo y al fin el cierre impuesto. Todo en aras de controlar la pandemia. Sí, es cierto, muy loable. Tras el último cierre, con la hostelería clausurada a cal y canto, los casos de infecciones han mostrado una gráfica similar a la de la Bolsa. Leves mejoras y desplomes negativos, con grandes grupos infectados.Mientras en esta nación preñada de Taifas, -resulta algo difícil de digerir- cada comunidad hace lo que a sus gestores políticos les parece decidiendo sobre bienes y miserias ajenas, como si de un divertimento se tratase, mientras miles de familias sufren una injusta situación que los aboca a la miseria.Y concluyo con una pregunta: ¿ustedes, responsables políticos de Navarra, pueden explicar cómo es posible se abran y permitan actividad en los centros comerciales, generando grandes aglomeraciones, o terrazas donde se incumplen las normas por ustedes promulgadas, o que funcione el transporte público sin ningún rigor en cuanto a medidas profilácticas, mientras mantienen el cierre de nuestros locales?Para colmo, ustedes nos informan que podemos abrir nuestros negocios, con grandes limitaciones y el mensaje en off, que pronto tendremos que cerrar por la tercera ola.Es poco serio y además injusto. En una situación así, el decoro y elementales normas de ética humanista debieran haber generado un bloque de dimisiones, por su ineptitud, en la gestión, seguro que no carente de buenas intenciones. Claro, las grandes urbes, con metro y grandes movimientos de población presentan cifras de contagio inferiores a Navarra, La Rioja y el corral de la Pacheca. Realmente, un tema muy serio.