(Anotaciones a covid-19)Entre la terna de palabras más utilizadas para referirse a esta evidente desgracia que está causando tanto daño, enfermedad sería la primera por orden de aparición, pues alude al dolor que muchos han vivido en primera persona; le seguiría epidemia, por indicar un mismo padecimiento contagioso en personas diferentes; pandemia representa el grado más alto, por tratarse de un contagio universal, sin límites de región, país o continente, que se difunde rápidamente en número e intensidad. Las tres nos remiten al concepto de salud en contactos sociales cuando estrechamos la mano con un "cómo está usted" o nos despedimos mediante el término familiar "vale", trasunto coloquial de los latinismos ave y salve, que significan "te deseo que sigas bien", pero no del informal "vale" tan abusado por los jóvenes que, en su argot, lo diluyen en sentidos incoherentes y faltos de precisión. Por eso, quizás, la idea de salud me hace retroceder hasta épocas pasadas no tan lejanas en las que, ante dolencias declaradas incurables como cáncer, infarto cardíaco y sida, quienes las padecían se venían moralmente abajo por ignorar qué mal sufrían, pues se les ocultaba la verdad sobre tales afecciones, consideradas sinónimos de muerte. De ahí que, a un número sorprendentemente amplio de ellos, se les sometía a encubridoras medidas de aislamiento familiar, pues el contacto con quienes no fueran parientes o amigos íntimos suponía la vulneración de un tabú hasta el punto de que mentar los nombres de tales enfermedades llevaba consigo una connotación maligna que hacía surgir temores inventados. En todo caso, según sabemos, la humanidad ha estado, durante milenios, expuesta a enfermedades, epidemias y pandemias que despoblaban regiones enteras, donde la presencia continua de una insobornable precariedad les arrebataba toda esperanza de salvación. Lo cual ha sido objeto de análisis literarios en novelas históricas de escritores como Manzoni que, en Los novios, nos ha legado una bella narración epopéyica, donde se describe, de manera completa, mediante una confusa trama de pasiones, violencias, miseria y traición, la peste ocurrida en Florencia hacia 1630.