n su periódico del domingo 13 de diciembre nos llevamos una sorpresa al leer el adelanto de los Presupuestos de Navarra para 2021. En el del Departamento de Políticas Migratorias y Justicia y a iniciativa de Podemos, figuran 7.000 euros para la Asociación de Niños y Niñas Abusados en el Ámbito de la Iglesia Católica.

La asociación a la que nosotros pertenecíamos se llamaba AVA, Asociación de Víctimas de Abusos. Todos nosotros los hemos sufrido por parte de colegios de religiosos católicos, como su periódico ha publicado en varias ocasiones.

A pesar de eso, siempre hemos tenido como objetivo principal la lucha contra la pederastia en todos los entornos en que se produzcan.

Comparecimos en Comisión en el Parlamento de Navarra para dar testimonio de nuestros abusos y denunciar la indefensión en que nos encontramos. Declaramos que no teníamos afán de venganza sino exigencia de verdad, justicia y reparación.

En la última asamblea a la que asistimos en junio, manifestamos a nuestros compañeros que no estábamos de acuerdo con la deriva que había emprendido la asociación de centrar sus ataques exclusivamente en la Iglesia Católica.

Nosotros defendíamos que no había que hacerlo porque la pederastia está extendida en otros muchos ámbitos. Alegábamos que perderíamos el apoyo de tantos católicos que nos habían apoyado hasta el momento.

A partir de ese punto hemos sido marginados, criticados y difamados por parte de nuestros compañeros. En septiembre les enviamos una carta en la que declaramos:

1.- Que no aceptábamos las críticas perversas, difamaciones y agresiones de las que estamos siendo objeto.

2.- Que no nos sentíamos representados por la asociación ni apoyábamos ninguna de sus acciones mientras no se solucionase la situación y llegásemos a acuerdos satisfactorios para todos.

3.- Que no estábamos de acuerdo con la línea de acción emprendida donde primaban posicionamientos políticos que no tenían que ver con nuestro objetivo.

4.- Criticábamos la realización de afirmaciones sin ningún tipo de apoyatura testifical porque nos hacía perder crédito.

5.- Denunciábamos que en sus declaraciones habían citado a víctimas a sabiendas de que no querían ser citadas.

6.- Por último, reivindicábamos que nuestro objetivo fundamental era luchar contra la pederastia.

A partir de ese momento fuimos marginados por quienes no estaban de acuerdo con nosotros. Ahora los únicos miembros de AVA, Asociación de Víctimas de Abusos, son exalumnos del Colegio Diocesano del Puy de Estella. Sobran dedos en las manos para contarlos.

Al olor de una subvención han creado una serie de gastos absolutamente innecesarios para justificarla. Alquiler de un local en Estella con su mobiliario, ordenador y contrato de luz, agua, teléfono e internet, secretaría, publicidad, elaboración de un documental, etcétera. Valoran en 18.000 euros el total.

La búsqueda de gastos justificables solo se puede entender como una manera de aprovechar, mejor sería decir dilapidar, un dinero público. Hacerlo en cualquier momento es grave, en la situación actual generada por la pandemia de la covid-19 no tiene justificación posible. Hay muchas más importantes necesidades laborales, sociales, educativas y sanitarias que atender.

Nuestra asociación no ha necesitado ninguna ayuda para darse a conocer, trabajar y alcanzar un prestigio y apoyo social importante.

Nos parece que por las razones anteriores es una frivolidad concederla. Los partidos políticos lo saben. Los abajo firmantes no estamos de acuerdo en que se haga.

Si además se solicita de manera fraudulenta un cambio de denominación como al inicio citado, suenan todas las alarmas. Si para ello se falsifica la firma del vicepresidente ya no queda duda de que lo mejor para nosotros es salirnos de una asociación que no nos representa.

Firman esta carta: Marcos Leyún Izco, Mikel Eziolatza Galán, Jose Luis Pérez Muñoz, Koldo Eslava Sotés y Patxi Goñi Indurain