Una reflexión antes de dormir:Cuando salieron las vacunas del coronavirus, había mucha reticencia a ponérselas en gran parte del personal, pues no se acababa de creer que en un plazo tan corto de tiempo se pudiera lograr una vacuna segura y efectiva. Muchos decían que primero la probaran los políticos, en plan cobaya, y si no pasaba nada raro, ya se apuntarían a la vacunación.Ahora resulta que políticos jetas, militares de alta graduación y aprovechateguis en general se han saltado el orden de vacunación establecido, con la única intención de tranquilizar al pueblo y ofrecer sus cuerpos como parte del experimento sin otro interés que el servicio al ciudadano y el bien común... y se les critica hasta el punto de obligarles a dejar sus cargos públicos, que sólo los ostentaban sin ánimo de lucro por su altruista espíritu de servicio a la ciudadanía (cobrando sólo lo justo y necesario).....¡País de desagradecidos!