El amor tiene adeptos por todo el mundo. Ni el origen, ni las creencias, ni la edad, ni el sexo. No existen obstáculos. Bueno, puede que sí. El distanciamiento social que está provocando la situación actual está teniendo un duro impacto emocional. El aislamiento social ha provocado un aumento de la ansiedad del 168,6%. Las personas de la tercera edad se mueren de tristeza. La soledad es un sentimiento. Doloroso. Indeseado. Temido. ¿Qué hacen aquellas familias carentes de tecnología? ¿Acaso estas personas no tienen derecho a un contacto físico? La mención de problemas sin solución no tiene sentido alguno. La pérdida del contacto humano puede provocar una especie de síndrome de abstinencia. Así pues, podemos experimentar malestar, estrés, ansiedad€ Durante los últimos meses, he sido capaz de observar en los medios, unas paredes de plástico que permiten a dos personas abrazarse. Éste es el primer reencuentro cercano que puede hacernos encontrar la luz al final del túnel. Además, podría significar una solución para la falta de ingresos de las pequeñas empresas. Más de 68.000 comercios se han visto obligados a cerrar en España. La producción masiva de cortinas artificiales puede ser una vía de escape. Un artículo seguro a través del cual se puede alcanzar el bienestar de la población más débil. Residencias navarras, centros de día, centros de educación especial€ es el momento de hacerse con una de ellas. Seguro que a ti también te viene a la mente un reencuentro deseado. Una pared, mil sentimientos detrás de ella. Abuela, abuelo, yo también necesito daros un abrazo.

La autora es estudiante de 1º Bachillerato (Jesuitas Pamplona)