Lo del Centro de Salud Mental de Estella... ¡es de locos! Un juego de palabras gracioso sino fuera porque la situación no tiene ni puñetera gracia: XX haciendo el trabajo de cuatro; trabajando fuera de horario, por las tardes, para atender a pacientes que, no siendo los suyos, necesitan de alguien que les atienda. Y lo necesitan ¡ya!, porque en muchos casos han estado meses, o incluso cerca de un año, sin atención psiquiátrica, sin seguimiento de su estado ni de su medicación, porque no había (ni hay) nadie para hacerlo, con el consiguiente deterioro de su salud física y mental.Los desórdenes mentales, al igual que los cánceres, si no se tratan sólo pueden ir a peor y eso, ya que tanto gustan gestores y administradores de hablar de costes, eso tiene un innegable coste no ya humano sino económico y social.Estos días, medios y administradores públicos hablan constantemente del estrés del sistema de salud, de su potencial colapso, pero lo miden siempre en términos de recursos materiales (porcentaje de ocupación de camas UCI, número de respiradores libres, etcétera) y nunca en términos de recursos humanos. Todos parecemos dar por sentado que el personal sanitario está ahí, tiene que estar ahí y se les puede usar y abusar sin límite y, de nuevo, sin coste.La salud mental es un aspecto de vital importancia que no se puede dejar desatendido. La de los pacientes, sí... y la del personal sanitario también. Lo de Estella no es un chiste, ¡es una vergüenza! ¡¡Hagan algo, carajo!!