Fui a vacunarme al polideportivo de Azpilagaña consciente de la dificultad de organizar la vacunación de cientos de personas que andamos despacio, a veces no oímos bien y que podemos tener fácilmente complicaciones. Me esperaba por lo tanto colas, indicaciones confusas, tensiones y retrasos.Escribo esta carta porque la organización ha sido excelente, eficaz y a la vez flexible. He llegado 15 minutos antes (los mayores solemos temer mucho andar con prisas y he observado que no era la única), muchos entrábamos al mismo tiempo, y sin embargo todo funcionaba bien y con calma.Desde la calle, la Policía Municipal organizaba los coches; en cuanto entrabas al recinto cada 5 metros un joven te indicaba el camino; enfermeras, médicos, limpiadoras, administrativos, todos se han dirigido a mí con paciencia y amabilidad. Una vez vacunada, esperabas en unas sillas con tu acompañante y organizaban la salida y desinfección por filas.Quiero felicitar a los responsables de esta organización y agradecer a todos los que trabajan fuera y dentro del polideportivo su actitud profesional y amable.