En la CAV y también en Navarra parece que los políticos que nos gobiernan prefieren dedicar todo o mucho esfuerzo y por supuesto dinero público en grandes obras faraónicas de miles de millones de euros que ante todo sirven para enriquecer a las empresas constructoras y del Ibex 35 con las infraestructuras del TAV-AVE , con los molinos eólicos y por supuesto con las macroplantas de residuos para reciclaje y/o valorización. En Navarra, el Gobierno central ha ofrecido una partida de 62 millones de euros para el TAV, también quieren construir una Planta de Residuos en Imarcoain (MCP), aunque ya han denunciado incumplimientos en la legislación vigente que regula estas plantas y también en Navarra, hay una avalancha de proyectos de nuevos parques eólicos en exposición pública y algunas organizaciones ecologistas quieren abrir un proceso de planificación y consultas para analizar y ver qué necesidades energéticas se necesitan en Navarra. Esperemos ser oídos e informados con claridad y transparencia. El alcalde de Pamplona, por lo visto, sí apoya el TAV-AVE y la futura estación nueva de Etxabakoitz. Veremos en qué queda todo este despilfarro, sobre todo, en esta infraestructura innecesaria y que solo es para viajeros. En la CAV, el consejero de Fomento ha dicho que el TAV quedará operativo para el año 2027 y que en esas obras no se incluyen las estaciones de Vitoria-Gasteiz ni la de Bilbao; esperamos que si alguna vez se terminan estas obras, las dos estaciones mencionadas en Vitoria y Bilbao no queden como las de Camp de Tarragona, Cuenca Fernando Zabel o Guadalajara Yebes, que están en un descampado por donde no se asoman ni las aves de rapiña. También en Álava, el Gobierno de la CAV estudia colocar parques eólicos en zonas casi protegidas y los grupos en el Parlamento de Gasteiz, como EH Bildu, Elkarrekin Podemos y el PP lo van a denunciar, porque otras energías y opciones son posibles. Y por último, decir que la comunidad autónoma de La Rioja no va a hacer el TAV-AVE, van a aprovechar y adecuar el trazado que hay y con más sentido de la austeridad y de responsabilidad modernizarán y adecuarán sus trenes y su trazado a las necesidades de explotación, tanto de viajeros como de mercancías. Eso sí es gastar muy bien el dinero público.