Las personas que firmamos este artículo*, vecinas de Pamplona-Iruñea, queremos mostrar nuestra indignación y tristeza tras conocer las declaraciones realizadas por el concejal de Seguridad Ciudadana, señor Labairu, en las que decía que ante un botellón celebrado en la zona de Yamaguchi por grupos de jóvenes, había decidido no intervenir con la Policía Municipal "para no provocar un problema de orden público".Una vez más el principio de igualdad que debiera regir el Gobierno municipal en cualquier ámbito ha sido vapuleado por el Ayuntamiento, por ese consistorio encabezado por un alcalde, Enrique Maya, que la noche electoral se congratuló de que volvían las personas "normales". Si ésta es su normalidad, señores Maya y Labairu, no la queremos. No queremos que lo normal, lo habitual, siga siendo gobernar solo para unos, mientras se desgobierna para otros, incidiendo en la ciudadanía de primera y las demás. Lo que en unas ocasiones es válido en Mendillorri o Txantrea, por poner un ejemplo, en otras ya no es tan válido, por lo visto, en Yamaguchi, o en un piso de estudiantes de Iturrama o en una residencia de estudiantes privada.No vamos a entrar en este escrito a valorar la inacción y falta de iniciativa que están caracterizando sus dos años de Ayuntamiento. Pero sí queremos dejar claro que no vamos a aguantar ni un solo día más las consecuencias de su desastrosa gestión de este tiempo de pandemia, sobre todo en los sectores más vulnerables. Uno de ellos, sin duda, la población infantil, adolescente y juvenil. Sin más alternativas y abocadas a estar en la calle o en terrazas de locales consumiendo, sin una mirada comprensiva por parte de la Administración ante una realidad opresiva.Nuestra propuesta es la de fortalecer la comunidad, las comunidades, mediante el auzolan y el compromiso de quienes hacemos las propias comunidades. Comunidades abiertas, diversas, acogedoras, creativas, solidarias, señoras y señores de Navarra Suma, algo que ustedes, por lo que se ve, desconocen por completo. Comunidades donde la Policía Municipal no sea la policía represiva de un partido, donde la prevención y la educación comunitaria aborde las dificultades y diferentes problemáticas. Comunidades no basadas en el elitismo ideológico presente en el día a día de su forma de gobernar, sino comunidades en donde todas las personas, libremente, independientemente de su ideología, puedan aportar en la construcción de ese modelo de ciudad de y para las vecinas y vecinos.Dejen de restar y sumen más allá de sus intereses electorales y partidistas. Sumen a la ciudad y a sus vecinas y vecinos, dejen de considerarnos a parte de esta ciudad sus enemigas y enemigos. Den paso a la colaboración, a la escucha y al diálogo con cualquier persona que viva o trabaje en Pamplona-Iruñea, en cualquiera de sus barrios y de cualquier edad. Apoyen a la juventud, presente y futuro de la ciudad, sean de la zona de Yamaguchi, de Mendillorri, de San Juan-Donibane, de Etxabakoitz o de cualquiera de los barrios de esta ciudad que, con la colaboración de todas y todos podría ser más comunidad. Nosotras y nosotros estamos en ello. Todo el mundo tiene las puertas abiertas.

Oihane Guruzeta, Mertxe Urzainki, Stephany de Jesús, Andoni Etxaleku, Arkaitz Otazu, Xabi Senosiain, Asier Urzay